TEMARIO

lunes, 27 de febrero de 2012

HORMONAS

El estrés es un peligro para el cerebro humano. Un estudio acaba de revelar que las hormonas que se descargan en nuestro organismo cuando estamos ajetreados, preocupados o nerviosos deterioran una región del cerebro relacionada con funciones cognitivas como la memoria y la orientación espacial. 

La palabra hormona, se empezó a usar en 1905. Viene de un vocablo griego que significa “estimular”. Este nombre lo recibieron las sustancias producidas por las glándulas, porque se creía que “estimular” era su única función. Pero ahora, gracias a los avances de las ciencias se ha podido comprobar que también pueden inhibir es decir bloquear, procesos del organismo.

En realidad la función de las hormonas consiste en activar o desactivar genes que tienen una función determinada, es decir aceleran o retardan el ritmo de las funciones normales de las células a las que van destinadas. 

Las hormonas son sustancias necesarias para el funcionamiento del cuerpo. Son muy prudentes, porque solamente actúan en las células a las que van destinadas y que cuentan con receptores especiales que las reconocen y aceptan. 

No ha sido fácil para los investigadores saber qué función realiza cada hormona, porque a veces actúan solas y otras con ayuda de otras. Lo que sí se sabe es que se encargan de mantener constante el medio interno regulando los procesos bioquímicos que se llevan a cabo en el organismo. 

Hay hormonas que producen efectos rápidos, de corta duración y otras que actúan lentamente pero cuyos efectos duran más. Se procesan en el interior de cada célula y casi siempre se almacenan en ellas mientras son liberadas y pasan a la sangre. Los ovarios almacenan sus propias hormonas. 

La cantidad de cada hormona que circula por la sangre es solamente la que se necesita en ese momento, la producción de cada una de ellas aumenta o disminuye según cambian los requerimientos y necesidades de cada persona. Esto se logra por la comunicación que existe con el sistema nervioso, que manda las órdenes sobre las necesidades del organismo. 

Cuando en la sangre hay una cantidad anormal a la necesitada, la glándula recibe la orden de inhibir o frenar la producción de esa hormona. 

Actualmente se han identificado más de 100 tipos diferentes de hormonas, y seguramente este número va a aumentar porque los investigadores siguen buscando otras nuevas.



Las hormonas pertenecen a tres grupos químicos: 


  • Proteínas, que incluyen las hormonas que produce la hipófisis, la placenta y el páncreas. Las proteínas son compuestos esenciales en toda célula viva. 
  • Esteroides, que son producidas por las glándulas suprarrenales, los ovarios y los testículos.
  • Aminas que son producidas por la médula suprarrenal y la tiroides.
 La grasa alrededor del abdomen no le gusta a nadie. Este tipo de acumulación de grasa afecta aun a muchas personas delgadas o personas con peso normal.

Varios estudios médicos recientes nos ayudan a entender porque sucede esto y nos dan soluciones sorprendentes. Un estudio de la universidad de Yale concluyó que el estrés les puede causar un abdomen abultado a las mujeres delgadas. Las mujeres delgadas que sufren de niveles altos de estrés o sufren problemas psicológicos son vulnerables a acumular grasa en el área abdominal. Estas mujeres también presentan niveles altos de la hormona cortisol.

La Hormona del Estres: Cortisol
Cuando sentimos estrés nuestro cuerpo reacciona segregando una hormona llamada cortisol. Esta hormona es un esteroide y es llamada la hormona del estrés. El cortisol hace que nuestro cuerpo produzca energía para manejar el estrés. Si nuestros niveles de cortisol son elevados por varios meses o años esto produce daños a nuestro cuerpo. Afecta el sistema inmunológico, la fertilidad y los huesos. Nuevos estudios también demuestran que niveles altos de cortisol producen perdida de la memoria y diabetes de ciertos tipos.

La doctora Elissa Epel que dirigió este importante estudio en la Universidad de Yale dice que “el estudio también señaló que las mujeres con más grasa en el abdomen también sufren de altas y bajas en su estado de animo y niveles altos de estrés en su vida” de acuerdo a la Doctora Epel “la exposición a niveles altos de estrés o a problemas psicológicos explica la reacción a la hormona cortisol. Como reacción esta hormona causa la acumulación de grasa en el abdomen”


El Estres y la Barriga 

Este estudio se concentró en mujeres delgadas y con sobrepeso que acumulan grasa en el abdomen, la cadera, los muslos y la cintura. Esta investigación estudio a este grupo de mujeres por varios días consecutivos y midió las reacciones al estrés.

La hormona cortisol afecta la acumulación de grasa alrededor de los órganos vitales. Según la Doctora Epel “todos estamos expuestos al estrés pero algunas personas reaccionan segregando mas cortisol del normal.” De acuerdo a la doctora Apel los genes tienen una función importante.


El estilo de vida y la edad también determinan la acumulación de grasa abdominal. Actividades como fumar, consumir alcohol y la falta de ejercicio contribuyen a la acumulación de grasa en el abdomen. Después de la menopausia el cambio hormonal produce acumulación de grasa en el abdomen. La doctora Epel dice que un estilo de vida saludable incluyendo dormir bien, hacer ejercicio y relajamiento pueden reducir los niveles de cortisol.


De acuerdo al estudio “esto también aplica a los hombres, aunque el sobrepeso en los hombres casi siempre es en el abdomen”

En las mujeres antes de la menopausia la grasa se acumula normalmente en los muslos y después en el abdomen. El estudio concluye que es posible que el estrés produzca cambios en los lugares de acumulación de grasa en las mujeres más que en los hombres.

Otros estudios similares también indican los mismos resultados. Un estudio similar fue conducido en Maryland, USA por la Doctora Peeke. En este estudio se concluyó que la grasa alrededor del abdomen en mujeres mayores de 40 años es considerada peligrosa y es el resultado de un estilo de vida sedentario, bajos niveles de estrógeno y estrés crónico. En este estudio se considera estrés no solo reacciones de irritación sino también el sentimiento de desanimo, desesperación y derrota. Estas características son reflejadas en acciones de irritabilidad, querer controlar todo y otras más.


Mente, Boca y Musculo

De acuerdo a este estudio cuando se tienen altos niveles de cortisol (crónicos) se siente deseos de comer carbohidratos y grasas. Estas calorías extras forman la barriga. Para reducir la grasa en el abdomen la Doctora Peeke recomienda un sistema de: Mente, Boca y Músculo.

Esto quiere decir primero relájate, aprende a mantener una actitud positiva y cuídate a ti misma. La Segunda parte es: ejercicio, mantente en movimiento. La actividad física aumenta las hormonas que controlan nuestro estado de animo. O sea el ejercicio nos ayuda a mantenernos en un buen estado de animo. Por eso es que el ejercicio es recomendado para combatir la depresión. Estas hormonas también ayudan a combatir el estrés y por lo tanto la grasa alrededor del  estomago en personas delgadas.


De acuerda a la Doctora Peeke “de 45 a 60 minutos de ejercicio diario ayudan a neutralizar el estrés”. La doctora Peeke recomienda que se coman alimentos altos en fibra y nutritivos en lugar de comidas con grasa y azúcar. 



El cortisol, la hormona del estrés


El cortisol es considerado la hormona del estrés pues el organismo la fabrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentarnos a los problemas.

En situaciones normales las células de nuestro cuerpo utilizan el 90% de la energía en actividades metabólicas tales como reparación, renovación y formación de nuevos tejidos.
Pero cuando se produce una situación de alarma y estrés nuestro cerebro envía un mensaje a las glándulas adrenales para que liberen cortisol, esta hormona hace que el organismo libere glucosa a la sangre para enviar cantidades masivas de energía a los músculos.
De esta forma todas las funciones anabólicas de recuperación, renovación y creación de tejidos se paralizan y el organismo cambia a metabolismo catabólico para resolver esa situación de alarma.
Cuando la situación de estrés es puntual, una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, como es muy frecuente hoy en día debido al ritmo de vida que llevamos, se disparan en el organismo los niveles de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a lo otros tejidos.

 Los primeros síntomas de niveles elevados de cortisol son:

    Cambios del comportamiento
  • Falta de sentido del humor.
  • Irritabilidad constante.
  • Sentimientos de ira.
  • Ganas de llorar.

    Síntomas físicos
  • Cansancio permanente aunque no hagamos nada.
  • Dolores de cabeza.
  • Palpitaciones.
  • Hipertensión.
  • Falta de apetito o gula desmesurada.
  • Problemas digestivos.
  • Orina frecuente, diarrea o estreñimiento.
  • Dolores o calambres musculares.
  • Infertilidad e interrupción de la menstruación.
  • Perdida de memoria debido a que los niveles altos de cortisol daña la conexión entre células cerebrales.
  • Disminución de las defensas.

Pautas para controlar el cortisol

Aunque hoy día resulta un tanto complicado controlar el cortisol, hay varias pautas que nos ayudaran a mantener los niveles adecuados.
  • Dieta: debemos suministrar al organismo todos los nutrientes necesarios para prevenir cualquier deficiencia, proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, carbohidratos complejos, vitaminas y minerales. Ya que una disminución en la ingesta calórica es un aumento de los niveles de cortisol.
  • Es aconsejable tomar alimentos: como los huevos, leche, cereales integrales que son ricos en triptófano, un aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar.
  • Evitar: el consumo de bebidas excitantes café, colas y alcohol. También debemos eliminar los edulcorantes artificiales, sobre todo aspartamo que estimula en exceso el funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
  • Dormir bien: es muy importante dormir ocho horas por la noche para que nuestro organismo ponga en marcha el mecanismo renovación y recuperación celular.
  • Relajación: practicar con regularidad yoga, tai-chi, ejercicios de relajación, meditación, técnicas de respiración para contrarrestar los periodos de tensión.

Suplementos

  • Fosfatidilserina tiene propiedades supresoras del cortisol.
  • Vitamina C por sus propiedades antioxidantes atenúa transitoriamente los incrementos del cortisol.
  • Vitamina A ayuda a minimizar los niveles de la hormona del estrés.
  • Zinc participa en la producción de hormonas esteroides como el cortisol.
  • Té verde contienen L-teanina mejora la producción de ondas alfa del cerebro.
  • Ginseng actúa sobre el cerebro y las glándulas suprarrenales para que dejen de producir las hormonas del estrés.
  • Regaliz ayuda al buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

Mascar chicle tiene múltiples beneficios para la salud, según revela un estudio patrocinado por el fabricante de chicles Wrigley y presentado en el Décimo Congreso Internacional de Medicina del Comportamiento celebrado en Japón. Tras realizar una serie de experimentos con 40 sujetos de 22 años de edad, los autores llegaron a la conclusión de que el consumo de esta golosina alivia la ansiedad, mejora el estado de alerta, aumenta la concentración y reduce el estrés. De hecho, después de mascar chicle, los niveles de cortisol –la hormona del estrés– en la saliva se reducen hasta un 16%.

Por si esto fuera poco, los ensayos revelaron que mascar chicle puede aumentar considerablemente el rendimiento cerebral a la hora de desarrollar actividades multitarea, llegando incluso a mejorar un 109% los resultados.

A esto hay que añadir que masticar chicle ayuda a controlar el peso y mejora la higiene dental. Y que, según investigaciones anteriores, incrementa considerablemente nuestra capacidad de memorizar.



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