TEMARIO

jueves, 23 de febrero de 2012

LEY SINDE Y LAS GANANCIAS DISCOGRÁFICAS

Se aprobó la Ley Sinde

Día oscuro para internet y particularmente para los usuarios españoles, pues luego de dar vueltas en todo el país y el mundo explicando sus alcances y consecuencias, la popularmente vilipendiada ley Sinde ha sido aprobada y entrará en rigor a partir de Marzo próximo. Asimismo se ha informado que el canon digital será remplazado por otra forma de compensación donde todos, hagan copias o no, tendrán que aportar hacia las compañías reguladoras de los derechos de autor.

Luego de una meteórica escalada política y pública, con idas y vueltas, con erosiones sobre el gobierno de Zapatero, con retrasos y postergaciones, con debates y peleas, con boicots y apologías, la ley Sinde, que defiende a capa y espada los intereses de las compañías discográficas, los derechos de autor y la criminalización de la descarga de contenido ha conseguido que el proyecto sea aprobado y se ponga en riesgo a la internet que conocemos. A partir de Marzo próximo, el texto de la Ley Antidescargas estipula la creación de una comisión de Propiedad Intelectual, desde la cual se recibirán denuncias y se iniciarán investigaciones sobre los sitios que violen los derechos de autor o que impulsen su violación. En primera instancia, se les enviará una notificación a quienes regenten estos sitios, instando a reuniones judiciales o a regular su situación. Pero si alguno de estos pasos deja inconformes a la comisión, el sitio será cerrado en menos de 10 días.
Una de las principales impulsoras y promotoras de esta ley.



La aprobación y conformación del documento principal se realizó en noche vieja, mientras todo el mundo estaba distraído. Una técnica bastante usual y globalizada que tienen algunos proyectos impopulares para aprobarse. Y si de impopular hay que hablar, el cambio de planes en relación al canon digital va a levantar polvareda, pues en vez de pagar una tasa según lo que se compre, ahora todos los ciudadanos españoles y no españoles pagarán una tasa mensual indiscriminada para compensar a los “autores”. Es decir que tanto quienes no hacen copias como quienes sí, deberán dar entre 0,8 y 0,9 euros por mes a estas compañías (el dinero no va a ir a los bolsillos de Alejandro Sanz o de Pedro Almodovar, seamos menos ingenuos) a través de los impuestos.

Hace años veíamos macroconciertos de músicos de renombre, o giras por pueblos de la geografía española, era la vida del auténtico músico, músico de carretera como cantaba Miguel Ríos, que ha sido sustituida, por sus grandes mansiones, vida en el extranjero (Miami), grabación del disco en estudios y a  esperar el maná de las ventas  y el lujo que les ha generado las grandes discográficas, ¡como para estar en contra de la ley sinde!, sale más rentable la infraestructura montada de cd´s, blu ray,   dvd´s,  a precios desorbitados y cánones cobrados bajo el nombre del copyriht. El mercadeo se había montado, pero llegó internet y sí, les desmontó el corralito y  ahora en vez de una regulación equitativa, entre creador y consumidor, sacan el palo, para poner todas las restricciones posibles dirigidas por las grandes empresas discográficas que estaban perdiendo su poder adquisitivo.

A partir de la frase con la que celebraba la aprobación de la ley “España entra en el estándar internacional de la lucha contra la piratería” se puede leer sin posibilidad de mala interpretación que la ley antidescargas o Sinde actuará como simulacro de la ley SOPA norteamericana, así como lo hizo la doctrina del shock económico impulsada por Milton Freeman y seguidores, primero en Sudamérica para luego importarlo al resto del mundo. Para pruebas hace falta sólo un botón, y el anuncio de la aprobación de la ley Sinde se hizo luego de que el gobierno del PP recibiera un comunicado de la cámara de Comercio de Estados Unidos instándolo amistosamente a que regularice la situación de la Ley Sinde, diciendo que la falta de tratamiento de la misma demostraba poca seriedad de España ante la lucha contra la piratería dado que Estados Unidos está debatiendo la ley Sopa.

Internet, ahora sí, no volverá la misma de antes. Así que desde aquí yo le doy mi sentido pésame a los cibernautas españoles y repito lo mismo de siempre: así no se acaba con la piratería. Así se alimenta el odio y el llamamiento a boicots, el deseo, las alternativas a los medios tradicionales.

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