Cuatro prestigiosos economistas de diversa procedencia teórica
redactaron este Manifiesto en septiembre de 2010 al que, en menos de
tres meses, se han adherido 3.000 personas del mundo de la economía y el
pensamiento. En él denuncian diez falsas evidencias («los mercados
financieros favorecen el crecimiento económico», «hay que dar confianza a
los mercados para financiar la deuda pública»...) y unos programas de
ajuste que están agravando la crisis económica y aumentando la
desigualdad social. También proponen veintidós medidas para debatir otra
estrategia económica.
El Manifiesto ha tenido un enorme éxito de público en Francia y se ha convertido en un grito de alarma. Por su claridad, su brevedad y precisión expositiva, ha ofrecido a los ciudadanos los medios teóricos para mostrar el abismo que existe entre las afirmaciones de los portavoces de los mercados financieros y la fragilidad de sus diagnósticos.
Manifiesto- que pone en duda todas los grandes axiomas económicos que actualmente se utilizan para intentar solucionar la actual crisis económica. Tiene el valor de plantear la duda de lo indemostrable pero también el defecto de romper el consenso en unas medidas que “necesarias o no” ya se están poniendo en práctica. Las propuestas que hace no son verdades con un fundamento que inviten a ponerlas en práctica si no que no son más que elementos para el debate. Y este es el problema, que no hay tiempo para debatir, se deben tener las ideas claras y ponerlas en práctica. El librito es interesante pues nos plantea que en el tema económico no existe un pensamiento unitario, que probablemente nuestro margen de maniobra ya esté prefijado en pos de una economía enteramente liberal y globalizada, sin embargo, nos viene a la mente aquel chiste que reza: “en que se parece un economista a un meterológo. – en que hacen predicciones que nunca de cumplen”.
El Manifiesto ha tenido un enorme éxito de público en Francia y se ha convertido en un grito de alarma. Por su claridad, su brevedad y precisión expositiva, ha ofrecido a los ciudadanos los medios teóricos para mostrar el abismo que existe entre las afirmaciones de los portavoces de los mercados financieros y la fragilidad de sus diagnósticos.
Manifiesto- que pone en duda todas los grandes axiomas económicos que actualmente se utilizan para intentar solucionar la actual crisis económica. Tiene el valor de plantear la duda de lo indemostrable pero también el defecto de romper el consenso en unas medidas que “necesarias o no” ya se están poniendo en práctica. Las propuestas que hace no son verdades con un fundamento que inviten a ponerlas en práctica si no que no son más que elementos para el debate. Y este es el problema, que no hay tiempo para debatir, se deben tener las ideas claras y ponerlas en práctica. El librito es interesante pues nos plantea que en el tema económico no existe un pensamiento unitario, que probablemente nuestro margen de maniobra ya esté prefijado en pos de una economía enteramente liberal y globalizada, sin embargo, nos viene a la mente aquel chiste que reza: “en que se parece un economista a un meterológo. – en que hacen predicciones que nunca de cumplen”.
El Manifiesto de economistas aterrados es un manifiesto redactado en 2010 por un grupo de economistas, Philippe Askenazy del CNRS; Thomas Coutrot del consejo científico de Attac; André Orléan del CNRS y del EHESS, presidente de la Asociación Francesa de Economía Política; Henri Sterdyniak del OFCE; quienes, después de la crisis de las llamadas subprime se sienten aterrados de ver que nada ha cambiado en los discursos a favor del liberalismo económico ni en las políticas económicas que según ellos condujeron a la crisis.
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