TEMARIO

miércoles, 8 de mayo de 2013

Democracia y la soberanía del pueblo


Me he sacado a mi mismo del limbo del ostracismo para volver por este pequeño blog. Hacía tiempo que no me dedicaba a generar dudas o cuestionar principios inamovibles. Los tiempos que corren no son halagueños y son mas proclives al desencanto, a la desmotivación, al cansancio, parece que todo está maniatado y que nada se puede hacer. Las crisis son un buen caldo de cultivo para promover nuevas teorías y aprovechar la desazón, el malestar, para que surjan vertientes que desmantelan lo bueno generado, acabar con derechos fundamentales y proclamar cambios necesarios para no terminar según estas proclamas con lo poco que nos queda. Un pesimismo pertinaz y continuado se está instalando,  que los mismos medios de comunicación son también los principales impulsores, cada vez menos dados a la objetividad y más a dar información partidista de aquellos que los sustentan. Es el toma y daca de las vertientes opuestas en cualquier programa de opinión que se retransmiten por las televisiones. ¡ABURREN!.

Sólo nos queda guiarnos por nuestro instinto o por nuestra propia realidad , porque todo se falsea, tergiversa y se manipula.

Desde los poderes políticos se cuestiona al pueblo, son ideas confusas y desatinadas de los ciudadanos - dicen -, para luego recalcar que todo es por el bien del pueblo, ese pueblo ignorante que al final es el que sufre, o el convencimiento de su "agudeza intelectual y el conocimiento verdadero de los que nos gobiernan, en ese afán suyo del saber supremo, dogmático del político de turno". Ese político que no yerra, porque maneja todos los datos que el ciudadano de a pie desconoce. Esas son las señas de identidad de los que están en la poltrona del poder.

Estamos hartos de ver por los medios de comunicación , cuando alguien llega con la solución para conseguir un orden político estable para el Estado. Si suponemos que ante, las ideas confusas de los ciudadanos, algunas personas de expcepcional agudeza intelectual acceden a un conocimiento verdadero sobre el gobierno de los asuntos humanos, me da la risa., tanta arrogancia.

¿Qué sentido tendría que se dejara en manos de la gente común el destino del Estado y no en manos del criterio de estos sabios, llámense políticos, filósofos, economistas hoy muy de moda, etc?

Este razonamiento ha estado siempre en la base de muchos filósofos a lo largo de la historia, el desdén a la Democracia, para esta gente pensante no se garantiza que una decisión colectiva de los ciudadanos sea la forma más adecuada de resolver asuntos públicos.

Hoy los economistas han acabado desempeñando el papel que Platón reservaba a los filósofos.

Lo que está sucediendo en estos tiempos de crisis, que los que reclaman ese saber superior sobre el gobierno de los asuntos del hombre son los economistas, se creen estar en posesión de la ciencia sobre el bienestar social y sobre la forma de afrontar los problemas de los recursos que nos aquejan.

Pero de verdad habría que considerar si después de la que está cayendo los economistas ¿están en posesión de la verdad?

En Democracia el pueblo es el soberano y el pueblo DECIDE, unas veces para bien otra para mal, pero al final es el que equilibra la balanza.¡Eso espero!.




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